EL PERIODISTA

Felipe es un periodista que trabaja para un diario llamado "La noticia insólita".

El secretario de redacción le ordena entrevistar al profesor Holder. Holder es un personaje raro, ignorado por el gran público y respetado por unos pocos biólogos. Rehuye de los periodistas. Sólo se sabe de él que está en el sur del país.

Felipe inicia la búsqueda y viaja, durante varios días, por distintos pueblitos alejados de la gran ciudad, hasta que una noche llega a las sierras. Hace frío y está lloviendo.

Divisa a dos hombres que caminan por el costado de la ruta, y se detiene para preguntarles por la casa de Holder. Los lugareños, cara de pocos amigos, lo miran con desconfianza.

Le dicen que no lo conocen, pero uno de ellos le advierte que, si llegara a sentirse solo en el camino de las sierras, pida ayuda en lo de Boby, sin agregar nada más.

Felipe, ahora preocupado y casi temeroso, sigue su viaje por angostos caminos entre las sierras, en medio de una tormenta que no le permite ver claramente por dónde avanza.

Luego de una hora de marcha lentísima, sucede algo que lo desconcierta. Una forma desconocida de gran volumen, embiste con fuerza el lado derecho de su auto y lo hace tambalear. De pronto, otro golpe. Se ve obligado a detener el vehículo. Sin bajarse y con mucha cautela ilumina con una linterna el extraño objeto y ve, con sorpresa, cómo se acerca lentamente. Felipe, rápidamente, retoma la marcha a toda velocidad.

Su viaje es una pesadilla. A cada paso ve, o cree ver, figuras amenazantes que aparecen detrás de los árboles o a los costados del camino.

A lo lejos distingue un cartel. A medida que se va acercando, puede ver que está en la entrada de una vivienda, y en él se lee: Boby.

Recordando lo que le habían dicho de aquel hombre, se acerca y sacude el llamador...

Le parece ser examinado desde adentro. Instantes después se lleva una gratísima sorpresa: tiene ante sí al mismísimo profesor Holder, quién le pide que entre. A Felipe le extraña que no haya allí muebles.

Pasan al estudio en donde sólo ve un escritorio y dos sillones.

El periodista, luego de explicar el motivo de su visita, prepara el grabador y comienza a realizar las preguntas.

Con la primera respuesta, el investigador le confiesa que hay alguien que intenta matarlo y que todo el que lo busque, de alguna forma, está orientando al asesino para que lo encuentre.

Cuenta, luego, acerca de sus experimentos, especialmente uno, aquél por el cual ha logrado el cambio permanente.

El problema mayor no son los resultados logrados por Holder. El terrible problema es que la fórmula está distribuida en distintos laboratorios de la ciudad, con distintos nombres, y aquel que la adquiera, quizá sin saberlo, puede hacer verdaderos desastres.

Él mismo lo probó con un hombre (era muy pequeño), le confiesa, desesperado, a Felipe. Si bien lo hizo con su consentimiento, nunca le advirtió que era la primera prueba que hacía con humanos.

Ahora, el tamaño de aquel hombrecito es desmesuradamente grande y, lleno de furia, quiere encontrar a Holder para matarlo.

Felipe recuerda el gran golpe que tuvo en su auto.

– Yo golpeé con mi auto una extraña forma que apareció en el camino – dice Felipe.

– ¿Recuerda cómo era? ¿Lo habrá matado?

– Creo que no.

– Descríbalo, por favor.

Felipe trata de recordar lo que había visto y sólo alcanza a dar una idea difusa sobre lo que cree haber visto, cuando...

- Más vale que salgamos de aquí ahora mismo.

Entonces, escuchan golpes en la puerta... cada vez más fuertes... hasta que finalmente ésta se quiebra. El profesor decide enfrentar lo que sea.

Felipe, aterrado, oye los pasos que se acercan. Silencio. Muere de miedo, piensa escapar. Muy asustado, cierra los ojos.

Cuando los abre, se encuentra en una habitación en donde hay varias personas que lo interrogan. ¿Qué le ha pasado? piensa.

Debe relatar todo lo que vio. Están buscando a alguien.

Hace un esfuerzo y, apelando a su memoria e imaginación, trata de recordar e interpretar lo que vivió y sintió.