FUNDAMENTOS

Este es un momento sumamente complejo, quizás más que otros, en donde la experiencia docente no tiene alto impacto en la práctica, se hace necesario reinventarse, reformularse, innovarse permanentemente. (...) "Vivimos mal en el interior de nosotros mismos (...)".

"Necesitamos nuevas perspectivas en la formación de profesores (...)" [1]. Es difícil fundamentar esta forma de trabajo basada en la innovación porque faltan marcos teóricos acerca de la "innovación" en educación. Existen algunos conceptos, pero faltan más ideas científico-prácticas. Capacitar para transformar las potencialidades de las personas y tratar de resolver la complejidad existente. Por lo tânto, se deben crear espacios en donde sea factible realizar una transformación genuina. Ya lo expresó Paulo Freire (1996): "Enseñar no es trasmitir conocimientos, sino crear posibilidades para su propia producción o construcción."

Lo que se promueve con esta forma de trabajo es una transformación conjunta para los actores involucrados (directivos, supervisores y docentes). Cada uno de estos actores, desde su espacio de trabajo, debe crear un escenario adecuado para que el alumno, artifice principal en este proceso, tenga la oportunidad de desarrollar su formación intelectual, social y emocional en forma autónoma y creativa para un futuro que aún se desconoce.

La tecnología es gran promotora de la innovación, pero por sí sola no la genera; es el sujeto el que debe tener la aptitud para aplicarla en tiempo y forma; encontrar la manera adecuada para utilizarla con excelencia porque, una cosa es tener manejo de la tecnología y otra es la alfabetización digital.

Seguramente se invierte mucho esfuerzo en capacitar a docentes, pero ¿se tiene claro qué y cómo se debe hacer para trabajar sobre las necesidades actuales? Pasan los años con nuevas tendencias y propuestas de capacitación, pero las ideas son similares. No se observan en el aula los resultados deseados. Por tal motivo se debe tener muy claro qué es la innovación y qué se quiere innovar, que no significa intentar ejercitar o poner en práctica nuevas acciones aprendidas, sino con tener una determinada manera de pensar y actuar. Generalmente los hábitos condicionan, ya sea por miedo al error, a equivocarse, a no saber qué contestar, a seguir repitiendo lo que ya se sabe y se conocen los resultados.

La inseguridad paraliza la mente y no deja que fluya la imaginación, que brote la posibilidad de crear y surja la innovación. Se necesita eliminar hábitos nocivos y cultivar nuevas costumbres, como por ejemplo hacer y hacerse preguntas inteligentes, estimular la curiosidad y la necesidad de investigar, crear una forma apropiada de aplicar lo aprendido en forma original; todo ello tiene que ver, como ya se dijo, con disponer de una actitud mental adecuada y nuevos modos de pensar. Un docente líder de excelencia debe tener una mentalidad abierta flexible y saber trabajar con otros. No hay posibilidad de innovación sin un clima de confianza en los grupos de trabajo que deseen compartir objetivos y proyectos comunes. Ya lo dijo Albert Einstein: "No se puede cambiar si no cambiamos la forma de pensar".

[1] Agustín, de la Herrán, (2017). "¿Y si nuestra educación estuviese radicalmente equivocada?", Universidad de Madrid.