FUNDAMENTOS
Los proyectos curriculares integrados
Creemos que la planificación de un currículum integrado es la mejor opción didáctica para organizar la enseñanza, ya que así el currículum puede atender a las necesidades individuales de los alumnos y permitirles desarrollar las capacidades cognitivas y, al mismo tiempo, puede contribuir a que se integren socialmente y se formen como personas autónomas, críticas, democráticas y solidarias.
De este modo, el currículum globalizado e interdisciplinar [1] se convierte en una categoría "paraguas" capaz de agrupar una amplia variedad de prácticas educativas que se desarrollan en las aulas, y es un ejemplo significativo del interés por analizar la forma más apropiada de contribuir al mejoramiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Esta organización curricular respeta los conocimientos previos, las necesidades, los intereses y ritmos de aprendizaje de los alumnos, pero además propone explorar temas y problemas contemporáneos, que nos interesan como sociedad y con los cuales los alumnos se encuentran cotidianamente a través de los medios tecnológicos que más utilizan. Además, por ser flexibles, los proyectos curriculares integrados permiten incorporar temáticas que surjan de una verdadera participación y el poder de decisión de los alumnos, las familias, las instituciones vecinales y culturales de la comunidad, los profesionales, los docentes, etc.; lo que, sin duda, ayuda a resituar la escuela en la sociedad y propicia la comunicación entre la escuela y el medio social.
[1]. Concepto extraído del libro Globalización e interdisciplinariedad: el currículum integrado de Jurjo Torres Santomé. Madrid, Morata. 1994.
Punto de partida
Es importante tener en cuenta que los intereses se despiertan al enfrentarse con problemas de la realidad, y que no son universales; el ambiente sociocultural concreto hará surgir y desaparecer los intereses infantiles. La propuesta educativa debe lograr que el niño descubra su propia personalidad (intereses, aspiraciones, capacidades) y que conozca, también, el medio natural y social en el que vive, y sobre el que debe actuar, adaptarse y cooperar solidariamente.
La didáctica que proponemos es aplicable a todos los niveles educativos: parte de crear una situación que despierte el interés del alumno y lo guíe en la construcción de interpretaciones. Esto se logra a través del desarrollo de tres capacidades básicas: la observación, que permite entrar en contacto directo con los elementos que conforman la situación planteada; la actividad, para ampliar los conocimientos que ya se poseen acerca de la situación, y la expresión, a través de la cual los conocimientos adquiridos se hacen comunicables.
En esta metodología, el juego es un auxiliar necesario y valioso de la observación y la actividad, ya que el niño cuando juega, aprende -juega siempre- y es un favorecedor del desarrollo intelectual y afectivo.
Otro elemento vertebrador de la observación y la actividad es el planteo de un problema que debe resolverse en equipo. El proyecto es una propuesta de acción con la que se construye el conocimiento en un ambiente social.
Este tipo de proyecto educativo concibe la enseñanza como un proceso a través del cual los sujetos desarrollan y perfeccionan sus capacidades. Pensar la enseñanza desde las capacidades es imaginarla desde los sujetos más que desde las disciplinas; por ende, este proyecto entiende la enseñanza como posibilitadora del desarrollo personal.