Para conocer la PROPUESTA, favor de dirigirse a contacto@otravisionenlaeducacion.com.ar

Julia y sus inventos

Ciro, Polo y Julia son tres amigos inseparables. Un día, estaban en la casa de Julia aburridos, sin saber qué hacer, hasta que, de repente, a Julia se le ocurrió algo.

- ¡Adivina adivinador…! ¿Quién es el que inventa un juego mejor…? -exclamó.

Ciro y Polo la miraron extrañados.

- ¿Qué dices? -interrogó Polo.

-Quiero decir que los invito a jugar a inventar un juego para jugar...

- ¡Ay!, no te entiendo nada -dijo Ciro-. ¿Cómo es eso de jugar a inventar un juego para jugar?

- Es fácil, los tres nos ponemos a pensar y vemos a quién se le ocurre algo para que juguemos.

- Bueno, dale, empecemos –contestaron sus amigos, con cara de resignación.

Y Julia, que era muy rápida para pensar, salió corriendo de la habitación y volvió con ovillos de lana de una de sus bisabuelas que tejía, y dijo:

- ¿Qué les parece esto? Cada uno agarra un ovillo de lana y lo tira para que ruede por el piso y se desarme. Todos tenemos que decir a qué se parece lo que se formó con la lana e inventarle una historia.

- Julia –respondió Polo, ya impaciente-, ¿qué comiste? ¡¿Milanesas de ideas locas?!

No entiendo nada... prefiero jugar con el teléfono, cuando me lo prestan – dijo Ciro.

- Sí, por ejemplo, las olas del mar, un ocho, las vías del tren…-dijo Ciro.

- Montañas- acotó Polo.

- Una pista de autos, dijo Ciro.

- Claro- continuó Julia-, y le daríamos vida a nuestra imaginación. Ganará el que invente la historia más linda.

- Me gusta- dijeron a coro Ciro y Polo.

- Bueno, como soy la autora del juego empiezo yo.

Y así pasaron varias horas entretenidos.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- ¡Qué tarde macanuda que pasamos! -dijo Julia.

- ¡Qué historia macanuda la que yo inventé! -dijo Polo.

- ¡Qué juego macanudo que jugamos! -dijo Ciro.

Y macanudeando, macanudeando, el cuento se fue acabando.