FUNDAMENTOS

La escuela debe asumir su rol de integración de los futuros ciudadanos en la cultura digital. Es un camino que, al decir de Burbules, presenta desafíos y amenazas, por lo que es preciso avanzar sobre este terreno con claridad de objetivos que siempre se deben tener en cuenta acerca de los fines educativos, la formación de actitudes, conocimientos y procedimientos más allá de lo virtual, pero que deben aprovechar las innumerables ventajas que este modo de interacción y de construcción y distribución de información genera.

En otras palabras, trabajar a partir de un soporte virtual implica el desarrollo de competencias, indispensables para integrarse a la cultura actual, sin olvidar, al mismo tiempo, la construcción de aquellos aprendizajes que dan sentido a toda la experiencia humana.

Desde muchos ámbitos científicos, económicos y políticos se denomina a esta entrada en el siglo actual como Sociedad del Conocimiento. Siguiendo esta línea, el destacado José Joaquín Brunner, sociólogo chileno especialista en Nuevas Tecnologías y Educación, plantea los posibles escenarios futuro para la educación, y destaca una estrategia general que consiste en la educación para toda la vida (lifelong learning). Entendemos y pretendemos que cualesquiera sean los escenarios del futuro que nuestros alumnos encuentren a lo largo de su vida tengan la clara noción de que ellos también pueden intervenir, de alguna manera, en la búsqueda de soluciones concretas a problemas concretos y al mismo tiempo que puedan problematizar aquello que les es dado como inamovible.

Por ese motivo, en primer lugar, este paso hacia la red de redes como entorno de enseñanza y aprendizaje, mantiene los pilares didácticos y filosóficos que nos animan en todos nuestros proyectos: el desarrollo de la creatividad, la comprensión, el respeto, la comunicación, la solidaridad, la autonomía del pensamiento basada en valores, la formación de los criterios para la selección de información y, no por último menos importante, el aprender a través de la experimentación - acción.

Lic. Marina Fernández

El hipertexto y las nuevas competencias

En el ámbito de Internet, el hacer tiene una dimensión particular. Entrar a la red no es solamente buscar, leer, seleccionar, ya que Internet es un medio que no solamente nos habilita el lugar de la recepción. Una de las mayores potencialidades de ese nuevo “objeto” (no sólo un medio de comunicación, no sólo un portador de textos, no sólo un laberinto, no sólo …) es que también podemos asumir el lugar del decir, podemos incorporar nuestro propio discurso, original, único, nuestra propia mirada del mundo, para compartirla con otros.

Esta potencial, doble función de cualquier usuario de Internet, tiene su correlato en el quehacer educativo y de la alfabetización en el sentido más amplio. En relación con la escritura, los docentes encuentran la posibilidad de publicar las producciones de sus alumnos, una estrategia didáctica óptima para la construcción de competencias discursivas, al mismo tiempo que afianzan la confianza y la autoestima de sus alumnos, componentes afectivos infaltables en un aprendizaje significativo. En relación con la lectura en la red se puede encontrar la variedad de géneros que se quiera, de temas, en diferentes escrituras, distintos idiomas. Más aún, se pueden ver nuevos formatos géneros de distintos niveles de gestación. Sin embargo, no se agota allí la potencialidad de Internet. Como todo soporte digital, este medio presenta sus contenidos bajo el formato del hipertexto. El hipertexto consiste en un conjunto de textos vinculados, a través de enlaces o vínculos, según diferentes criterios asociativos: temáticos, formales, institucionales, etc. Si los materiales impresos construyen su sentido a través de la secuencialidad, el hipertexto completa su sentido en la simultaneidad y en la alternativa.

Las redes de trabajo colaborativo

Tomás está pensado cómo un espacio destinado a que una comunidad pueda desarrollar actividades en un ámbito contenedor y estimulante. Muchas actividades se desarrollan en el aula, en la escuela, en la casa, utilizando herramientas informáticas. La puesta en línea de un sitio web para el proyecto es el modo de brindar un espacio virtual en el que esas actividades, desarrolladas en pequeños grupos e individualmente, puedan ser puestas en circulación y, por todo lo antes dicho, continúen su proceso creativo. En otras palabras, para la conformación de redes de trabajo en colaboración.

Para esto es preciso que la circulación de experiencias posea variedad de contenidos y de forma y por, sobre todo, variedad de interlocutores. Por interlocutores entendemos a los alumnos que pueden pertenecer a distintos tipos de comunidades (urbanas, rurales, urbano-marginales, religiosas, étnicas, etc.). Pero también, y en un lugar destacado, a los docentes.

El proyecto El Mundo de Tomás tiene su motor en el área destinada a los docentes. En ella éstos encuentran propuestas concretas y al mismo tiempo abiertas, para llevar al aula, enmarcadas en lineamientos curriculares y metodológicos explícitos. Y encuentran también un espacio para el intercambio con los otros colegas pertenecientes a la red.

En este nuevo desafío que representa la integración de la cultura digital a la escuela, los docentes necesitan orientación, espacios para probar con el menor riesgo posible. Por eso la ventaja del trabajo colaborativo, la confrontación de proyectos, el intercambio de pares, la posibilidad de asesoramiento con expertos, los foros de discusión, el aporte de diferentes soluciones a un mismo problema.

Este proyecto nace bajo la convicción de que una acción fundamentada sobre las prácticas de enseñanza aporta soluciones a algunas de las mayores problemáticas educativas como deserción, repitencia, falta de interés. Esta acción se traduce en la producción de nuevas estrategias didácticas, en la puesta en práctica de teorías acerca de las nuevas competencias. Hay que hacer, de manera creativa y fundamentada, con curiosidad y riesgo, con fundamentos teóricos, una escuela en donde el aprender sea un esfuerzo, pero placentero y necesario.

EL APRENDIZAJE Y SU RELACIÓN CON LO BIOLÓGICO Y PSICOLÓGICO [1]

El aprendizaje se basa en un procesamiento de la información con el cual entramos en contacto en forma lineal. Nuestro cerebro es el responsable de esta función y procesamiento, por lo cual los docentes deben conocer lo mejor posible cómo se cumple esta tarea, si desean utilizar a pleno sus propias potencialidades y la de sus alumnos.

Recordemos que cuando se analiza parte a parte, paso a paso, una información, cumplimos un proceso lineal. Mientras que, cuando percibimos relaciones, núcleos de información vinculados, la percepción de la información trata de realizar un proceso de globalización, construye pautas que advierte en esa información y estamos así en una forma diferente de trabajo mental. Se trata de un estilo vincular, secuencial, especial, diferente de la secuencial lineal.

Esto ocurre porque el cerebro humano está dividido en hemisferios diferenciados anatómica y funcionalmente.

Los estudios cada vez más exhaustivos de las neurociencias han identificado claramente los hemisferios del cerebro y su funcionalidad específica.

De ese modo se utilizan todas las estrategias de trabajo cognitivo que sabemos proporciona cada hemisferio, identificando claramente el trabajo de cada uno.

Si bien cada hemisferio tiene características especiales, ambos se complementan y proveen al sujeto de una mayor riqueza de conocimiento.

La comprobación de estos hechos abre un campo de estudio novedoso para la didáctica del aprendizaje y las metodologías utilizadas hasta el momento. La nueva óptica permite una situación más realista y favorable para el conocimiento.

El moderno proceso de enseñanza y aprendizaje establece la necesidad de que el alumno sea un factor activo de la adquisición del conocimiento. Pero cada ser humano tiene un estilo de aprendizaje y posee estrategias que son personales. No obstante, tales estrategias pueden ser conocidas y utilizadas apropiadamente si se tienen en cuenta las características y la funcionalidad de nuestro cerebro.

La didáctica y el profesional de la docencia no puede ignorar estos hechos, sino por el contrario, debe conocer las estrategias de aprendizaje predominantes de su alumno para reforzar las capacidades totales.

La creación, la necesidad de compartir, comunicar las vivencias a través de las ideas que surgen en los sueños, la posibilidad de descubrir investigando en actividades abiertas, originan desafíos específicos para ambos hemisferios.

El aprender cualquier área del conocimiento por más secuencial y ordenado que sea, con esta metodología es posible salirse de las reglas mediante el pensamiento divergente y convertirse en un avezado e imaginativo alumno con la posibilidad de la creación sin límites.

El docente familiarizado con estas formas de aprender descubre, casi sin mayores esfuerzos, pero con atención permanente, las calidades y estrategias del pensamiento que utilizan sus alumnos y ayuda, además, a que éstos desarrollen las características de la Metacognición.

Síntesis

Esta forma de trabajo es un verdadero desafío para el docente responsable; puede crecer con él en forma ilimitada, superando de ese modo el encasillamiento y las limitaciones del proceder tradicional de la didáctica que aún se aplica en la docencia.

Se necesita poner énfasis en los cambios metodológicos de avanzada que pasan por un conocimiento ineludible por parte de maestros: la autonomía y funcionalidad del cerebro humano, esa fundamental herramienta de conocimiento sobre la que aún se tiene mucho que aprender.

De ese modo se conoce el instrumento principal que permite aprender a aprender, tanto como aprender a desaprender, o sea, modificar los conocimientos obsoletos.

1. Gago, Alicia, Dra. en Educación, exconsultora de la UNESCO